En el año 1974 la hermandad cambió de unas antiguas andas para portar a nuestro titular a hombros al trono con el que procesiona en la actualidad. Las andas se guardaron y actúan ahora de peana de San Pedro y las arañas iluminan la ermita que posteriormente construiría la Hermandad.
En los ochenta se aplican tallas y arañas al trono realizadas por el tallista Domingo García Quinto. Estas tallas representan en su parte inferior una guirnalda de laurel evocando la victoria en su gesto frente al orgullo humano. Las tallas frontales del perímetro nos hablan del resurgir de San Pedro a una nueva vida por medio del símbolo del fénix, observando entre la rocalla tanto la pureza del estado y condición al que ha llegado en su expiación en el símbolo de las jarras de agua imagen del bautismo.
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